Descripción del proyecto
En los últimos años 25 años el tratamiento de las aguas residuales urbanas ha experimentado en España un notable desarrollo. Hasta década de los 90 se habían construido unas quinientas depuradoras (EDAR), con lo que se alcanzaba un nivel de cobertura próximo al 40%, en relación con la totalidad de la carga contaminante, expresada en habitantes equivalentes (Cajigas, 2012).En el año 1991 entró en vigor la Directiva 91/271/CEE sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas, que se traspuso a la legislación nacional por el R.D. Ley 11/1995, el R.D. 509/1996, que lo desarrolla, y el R.D. 2116/1998 que modifica el anterior. Para dar cumplimiento a esta Directiva, en el año 1995 se puso en marcha el Plan Nacional de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales (1995-2005), que preveía una inversión cercana a los dos billones de pesetas. Este Plan ha marcado un hito incontestable en el desarrollo de la depuración en España, pues ha permitido que entre la fecha de su aprobación en 1995 y el año fijado para su cumplimiento (2005), se construyesen en España más de setecientas depuradoras, lo que elevó el nivel de cobertura nacional hasta más del 80% de la población equivalente total (Cajigas, 2012).A finales de 2012 operaban 2.920 plantas de tratamiento, cerca de quinientas más que en 2008, las cuales depuraron durante ese año un caudal de 5.270 hectómetros cúbicos. El volumen de negocio sectorial, por su parte, alcanzó los 1.100 millones de euros en 2012, lo que supuso un 3,8% más que en 2011 y una variación media anual del 4,3% respecto al año 2009 (DBK, 2013).En la actualidad se cifra en el 90% el porcentaje de la población equivalente española que cuenta con estación de tratamiento de las aguas residuales.Para el seguimiento de estas instalaciones de tratamiento cada vez se recurre más a técnicas de telecontrol, que constituyen una herramienta muy eficaz para mejorar la operatividad de estas instalaciones. El telecontrol contribuye a disminuir el número de desplazamientos a las instalaciones de tratamiento y a obtener una mayor información sobre estas instalaciones, a la vez que permite actuar a distancia en todo momento, permitiendo además: una mayor rentabilidad de los recursos, una mejor gestión técnica y económica, una mejor calidad del servicio prestado y mejores condiciones de trabajo. El telecontrol permite poder gestionar de forma remota los sistemas de tratamiento, recogiendo los datos de funcionamiento y generando avisos en tiempo real de incidencias mecánicas o eléctricas, posibilitando: una rápida intervención, poder consultar estados actuales y históricos y poder modificar la configuración de las estaciones remotas desde el centro de control (cambios de rangos de alarmas, activación de toma de muestras y modificación de la programación de funcionamiento de las depuradoras y de los bombeos).Generalmente, se controlan en tiempo real parámetros relacionados con la operación de las EDAR: caudales, lecturas de sondas (pH, conductividad eléctrica, potencial redox, oxígeno disuelto, temperatura, niveles), alarmas y averías, consignas, horas de funcionamiento de equipos, etc. Pero en ocasiones, se cuenta también con sistemas de tele-vigilancia, que además de controlar accesos y posibles intrusismos a las estaciones de tratamiento, envían a los centros de control imágenes en continuo del aspecto de las aguas tratadas (PROMEDIO, 2011).En el extremo opuesto se encuentran las estaciones de tratamiento ubicadas en aglomeraciones urbanas muy pequeñas, o en zonas desfavorecidas, que carecen de capacidades técnicas y económicas para su seguimiento de forma continuada. En estos casos sistemas de análisis mediante técnicas de imagen, basadas en la aplicación de teléfonos móviles (disponibles de forma casi generalizada), permitirían disponer de una información veraz, y en corto espacio de tiempo, sobre la calidad de las aguas tratadas, para poder modificar las condiciones operativas de la planta de tratami