Descripción del proyecto
El cáncer de mama representa un importante problema de salud, con 2800000 casos nuevos y más de 700000 muertes en 2020. Se puede evitar una cantidad significativa de muertes mediante la detección temprana, tanto de la enfermedad original como de la enfermedad residual de pacientes "aparentemente" curadas. Hoy en día, la mamografía y la resonancia magnética (MRI) son las mejores herramientas para la detección temprana del cáncer de mama. Sin embargo, estas tecnologías no pueden detectar tumores primarios menores de 2 cm. Las "biopsias líquidas", que analizan las células tumorales circulantes (CTC), el ADN tumoral circulante (ADNct) o las vesículas extracelulares derivadas de tumores, se han convertido en las mejores herramientas para la medicina de precisión del cáncer de mama. Sin embargo, son inútiles para su detección temprana y todavía son muy limitadas para la detección de recaídas después de una cirugía. Una de las estrategias más prometedoras para la detección precoz es el descubrimiento y la detección de biomarcadores de proteínas que el tumor arroja al torrente sanguíneo. Estas proteínas presentan niveles de expresión anormales y pueden presentar una conformación estructural anormal y una función alterada, y por lo tanto son la causa más inmediata de señalización aberrante en la tumorigénesis. Las tecnologías proteómicas, principalmente espectrometría de masas e inmunoensayos multiplexados, se han desarrollado rápidamente con límites mejorados de detección y capacidad de multiplexado. Sin embargo, estas tecnologías difícilmente pueden sondear la región más profunda del proteoma plasmático, a concentraciones por debajo de 10-12 g/ml, que contiene más del 90% de las proteínas plasmáticas. El objetivo de esta propuesta es el desarrollo de una nueva tecnología, Oncodeeplasm, capaz de encontrar biomarcadores de proteínas vertidas por el tumor de mama al torrente sanguíneo en etapas muy tempranas. El núcleo tecnológico se basa en un nuevo método basado en el acoplamiento eficiente de la resonancia del plasmón de superficie local (LSPR) de nanopartículas a las resonancias ópticas de microcavidades. Este método ha sido descubierto y patentado por el CSIC y ha demostrado un límite de detección de biomarcadores proteicos en sangre de 10-16 g/mL, 100000 veces mejor que el ELISA. Sin embargo, la tecnología se encuentra en TRL4, no apto para aplicaciones clínicas, donde el análisis de alto rendimiento, la capacidad de multiplexado y los procedimientos estandarizados son imprescindibles. En esta propuesta, MecWins SA, licenciataria de la tecnología CSIC llevará esta tecnología a TRL 7, a través de la plataforma tecnológica Oncodeeplasm para el cribado y validación de biomarcadores de proteínas en muestras de sangre de pacientes con cáncer de mama. La tecnología Oncodeeplasm podrá detectar simultáneamente hasta 8 biomarcadores de proteínas diferentes en muestras de plasma con un límite de detección mejor que 10-16 g/mL. Esta tecnología permitirá descubrir proteínas provenientes de tumores menores de 1 mm, al menos 10 veces más pequeños que el tamaño mínimo detectado por mamografía. Aplicaremos Oncodeeplasm para la detección de enfermedad residual mínima en pacientes con cáncer de mama que hayan completado su tratamiento curativo, con alto riesgo clínico de recaída. Los biomarcadores de proteínas precisos y fiables para este escenario clínico se predecirán mediante el establecimiento de un pipeline bien definido que comprenda protocolos para la recogida de muestras en H12O y su posterior procesamiento y análisis molecular en el CNIO. La integración de técnicas genómicas y transcriptómicas junto con la tecnología Oncodeeplasm proporcionará un panel de posibles biomarcadores para la detección precoz de la recaída del cáncer de mama que será validado en pacientes H12O en la última etapa de la propuesta. El logro de este ambicioso objetivo abrirá la puerta a la detección temprana del cáncer en poblaciones de alto riesgo en el futuro.