Descripción del proyecto
El reciclado de plásticos es necesario para adecuarse a las exigencias de la sociedad y a las regulaciones en aras de un medioambiente más limpio y seguro. Sin embargo, los datos disponibles muestran que sólo un 10% del plástico es reciclado, empleando el resto como combustibles o llevándolo a vertederos, lo que se aleja del concepto de respetuoso con el medioambiente. El principal uso del plástico es en el envasado, pero ésta es la aplicación con menores ratios de reciclado, probablemente debido al hecho de que las sub-aplicaciones, como el envasado de alimentos requieren cumplir altos estándares de calidad y seguridad.En los últimos veinte años, se han realizado importantes esfuerzos para aumentar el porcentaje de reciclado, logrando diferentes grados de éxito dependiendo el tipo de polímero con el que se hace el plástico. Uno de los más estudiados ha sido el tereftalato de polietileno (PET) y en consecuencia es uno de los tipos de plástico más reciclados. El requisito que debe cumplir cualquier proceso de reciclado es la aprobación por un organismo de salud pública. En Europa, es la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que emite decisiones sobre la validez del proceso tras el estudio del mismo. La principal sub-aplicación del envasado es el envasado alimentario, lo que se puede trasladar al PET. La alta calidad requerida reduce la presencia de sustancias potencialmente tóxicas que podrían migrar al alimento, y hay múltiples procesos aprobados capaces de producir un PET aparentemente limpio que se usa en aplicaciones en contacto con alimentos, como son las botellas de agua u otras bebidas.Esta aprobación consiste en la evaluación mediante challenge tests, que sirven para demostrar que el proceso de reciclado es capaz de reducir la concentración de varios compuestos (surrogates) estandarizados que representan a varias familias químicas hasta un nivel que no implique riesgos para la salud humana en caso de migración. A pesar de ello, estudios recientes han demostrado con datos reales de migración de varias sustancias que estos surrogates no son suficiente para evaluar el riesgo del rPET.Por lo tanto, hay una clara necesidad de desarrollar un proceso que permita obtener un rPET realmente seguro. El presente proyecto pretende dar una solución a este problema, a partir del estudio de las sustancias realmente presentes en el PET post-consumo, desarrollando procesos para descontaminarlo y evaluando el riesgo de un envase fabricado con el material descontaminado. Además, el proceso podrá ser considerado como sostenible, ya que el agua necesaria para la descontaminación será tratada para su reutilización en ciclo cerrado, para lo que se estudiarán procesos de descontaminación de esta agua.Para validar el enfoque propuesto, se realizarán pruebas piloto para obtener un envase final a partir de un proceso de confección diseñado para minimizar la generación o magnificación de sustancias tóxicas.La presente propuesta será llevada a cabo por CADEL, GAVIPLAS, ITQ-CSIC y FISABIO, que poseen el know-how y recursos necesarios y adecuados para obtener los resultados deseados. DINAMICA VEHICULAR\SISTEMAS NO LINEALES\CUANTIFICACION DE INCERTIDUMBRE\MECANISMO DE DISPARO DE EVENTOS\DETECCION DE FALLOS\CONTROL TOLERANTE A FALLOS\SISTEMA DE CONTROL EN RED\SEGUIMIENTO DE TRAYECTORIA\SISTEMA AUTOMATIZADO DE CONDUCCION\SEGURIDAD VIAL