Descripción del proyecto
Cada vez con mayor frecuencia se están detectando enfermedades de la piel relacionadas con la exposición al sol. Esto puede ser debido a varios factores, por un lado, cada vez vivimos más años, por lo que estamos expuestos a la radiación solar durante más tiempo. Por otro lado, continuamente se producen cambios y nuevas tendencias en el estilo de vida de la población relacionados con los conceptos de belleza y salud. En este sentido, estar bronceado es sinónimo de salud, de disfrutar de la vida, tener tiempo, haber pasado unas buenas vacaciones, etc, sin embargo, estar blanco se asocia con enfermedad y problemas. Esta situación tiene como consecuencia, la creciente demanda de productos cosméticos que protejan de los efectos perjudiciales del sol.Los protectores solares poseen varios tipos de ingredientes para poder cumplir su función. Los principales son las sustancias que actúan como filtros solares, sin embargo, los conservantes también ejercen un papel importante, ya que permiten mantener la estabilidad microbiológica de este tipo de productos.Los filtros solares son los compuestos cuya función es proteger frente los efectos perjudiciales de la radiación solar. Normalmente, en la formulación de los protectores solares se utiliza una mezcla de compuestos orgánicos e inorgánicos, con la finalidad de abarcar todo el rango objetivo del espectro UV. Sin embargo, existe un problema derivado de la utilización de compuestos orgánicos. Se ha reportado que dichas sustancias son sensibles a la degradación por la luz y otros factores, como la temperatura, por lo que, el factor de protección de una crema solar (SPF) puede verse seriamente comprometido, lo que puede ser peligroso para la salud de los consumidores. En este sentido, una de las estrategias para mantener el factor de protección de un producto solar es emplear elevadas cantidades de filtro, asegurando la presencia de estos compuestos durante el periodo de vida útil declarado por el fabricante.Los conservantes, por su parte, tienen la función de asegurar la inocuidad del producto en sentido microbiológico. Sin embargo, los conservantes se consumen y degradan durante la vida útil del cosmético, principalmente como consecuencia de su función, pero también pueden ser sensibles a factores externos (temperatura, radiación solar, etc). Por este motivo, al igual que sucede con los filtros solares, normalmente se incorporan en concentraciones elevadas en los cosméticos. La exposición a cantidades elevadas de estos tipos de ingredientes puede presentar algunas desventajas. En primer lugar, se ha visto que algunos de los conservantes utilizados en la industria cosmética que pueden causar problemas de salud, como alergias y otras enfermedades. Este es el caso, por ejemplo, de los parabenos. De hecho, cada vez con mayor frecuencia los consumidores buscan productos 0% parabenos, 0% conservantes y reclamos similares cuando compran cosméticos y productos de higiene. Por todo lo comentado en los párrafos anteriores, se requieren soluciones para la fabricación de protectores solares efectivos y seguros. Por ello, el proyecto NATURESOLAR desarrolla un envase activo con doble función. Por un lado, contener sustancias antimicrobianas ancladas en la pared del envase, que interactúen por contacto con el cosmético durante todo el periodo de vida del producto, permitiendo así una adecuada conservación utilizando cantidades mínimas de conservante.Por otro lado, el proyecto tiene como objetivo el actuar como reservorio y protección de filtro solar, facilitando su liberación de manera controlada, durante la vida útil del cosmético, conforme se vaya degradando el contenido del filtro en el producto, manteniéndolo protegido mientras espera ser liberado al cosmético. Este segundo objetivo permitirá asegurar el factor de protección solar declarado por el fabricante durante toda la vida útil del producto.