Descripción del proyecto
El cáncer de páncreas (CPa), aunque es el 7º tumor en frecuencia en los países industrializados (constituye el 2% - 3% de todos los tumores sólidos), representa la 4ª causa de muerte por cáncer, con una supervivencia media de menos de 5 meses. Se estima que en 2030 se convertirá en la 2ª causa de muerte por cáncer, provocando más muertes que el cáncer de próstata, colon o mama, ya que su incidencia aumentará un 50% debido a que no ha habido grandes avances en la detección precoz o tratamiento en las últimas décadas. Una mayor incidencia de la enfermedad acompañada de una falta de reducción de la mortalidad está convirtiendo al CPa en un grave problema de salud pública.El CPa es una de las neoplasias más agresivas y de peor pronóstico con una supervivencia a los 5 años inferior al 6%, debido a su temprana diseminación, su falta de sintomatología precoz, diagnóstico tardío y su escasa o nula respuesta a la quimioterapia. La cirugía es la única esperanza de supervivencia a 5 años. Pero la mayoría de los pacientes son diagnosticados en etapas posteriores y no son elegibles para la cirugía y solo se puede realizar en el 20% de los pacientes diagnosticados. Esto se debe a que al momento del diagnóstico el 80% de los casos presentan enfermedad localmente avanzada o metastásica, lo que impide la cirugía curativa.La detección temprana en el estadio I o II es fundamental para mejorar la supervivencia de los pacientes y, por lo tanto, se necesitan con urgencia pruebas para diagnosticar el CPa en los estadios más tempranos. Generalmente no causa muchos síntomas específicos en las primeras etapas y los síntomas pueden ser bastante vagos. Pero si se detecta a tiempo, el CPa es tratable y potencialmente curable.Actualmente no existe una herramienta de diagnóstico estándar o un método de detección temprana establecido para el cáncer de páncreas.El diagnóstico se realiza mediante técnicas de imagen, principalmente una tomografía computarizada (TC). Sin embargo, esta técnica tiene la limitación de no detectar pequeñas lesiones precursoras potencialmente curables del tipo PanIN (neoplasia intraepitelial pancreática). Existen otras técnicas como la ecografía endoscópica (USE) que pueden detectar lesiones pequeñas (entre 1-2 mm) sin embargo, carecen de especificidad para establecer la malignidad del hallazgo. Finalmente, la resonancia magnética (RM) puede ser útil para diferenciar una masa pancreática inflamatoria de un CPa. Todas estas limitaciones de las técnicas de imagen requieren un análisis patológico de las muestras en biopsia para confirmar el diagnóstico. A nivel tecnológico, si bien existen iniciativas cuyo objetivo es el desarrollo de productos que permitan solucionar esta situación, ninguna ha sido capaz de implementarlos en la práctica clínica. Actualmente, no existe un biomarcador suficientemente sensible y específico para el diagnóstico precoz del CPa.Por todo lo anterior, existe una demanda por parte de la sociedad de desarrollar nuevas herramientas de diagnóstico de CPa competitivas que permitan detectarlo en estadios precoces y potencialmente curables. Estas herramientas deben ser no invasivas, con una alta sensibilidad y especificidad que permita detectar lesiones premalignas y malignas, rentables y reproducibles.PanCaTEST tiene como objetivo desarrollar una prueba no invasiva basada en sangre para la detección temprana de CPa para resolver las necesidades actuales: i) Confirmar el diagnóstico de CPa, ii) Detección temprana de CPa en etapas tempranas cuando aún está operable, iii) Detección y estratificación de riesgo de malignidad en lesiones quísticas mucinosas: neoplasia mucinosa papilar intraductal (IPMN) y neoplasia quística mucinosa (MCN) y iv) Diagnóstico diferencial: realizar un diagnóstico diferencial de CPa y lesiones mucinosas frente a otras patologías con síntomas similares como la pancreatitis crónica.La prueba detectará en la sangre de los pacientes un panel de biomarcadores que evalúan la expresión d