Descripción del proyecto
La agencia internacional de la energía fija un objetivo de reducción del 50% en las emisiones de CO2 relacionadas con la energía para el año 2050 respecto a los niveles de 2005. Esto requiere el rápido desarrollo e implementación de medidas y tecnologías energéticas bajas en carbono, como la mejora de la eficiencia energética, un mayor uso de fuentes de energía renovables, el despliegue de tecnologías de captura, conversión y almacenamiento de CO2 y el desarrollo de biocombustibles. Los procesos de producción de biocombustibles desarrollados, a través de la conversión de biomasa, generan CO2 como subproducto del proceso. Uno de los combustibles con mayor capacidad de ser implementado en el presente es el metano, el cual posee un alto poder calorífico, es eficiente combustión y tiene bajo nivel de emisiones. Debido a la infraestructura existente es fácilmente gestionable para su distribución y almacenamiento. En paralelo, se continúa haciendo grandes esfuerzos en desarrollar nuevas tecnologías de energías renovables, en sistemas de almacenamiento de energía con el objetivo de incrementar su implementación. Dentro de los sistemas de energías renovables, están aquellos que son intermitentes debido a su naturaleza fluctuante los cuales requieren de una gestión controlada de su generación, como la energía eólica y solar. La gestión de las energías renovables variables depende de una serie de factores que incluyen la penetración en el mercado de las energías renovables que se trate, el equilibrio de la planta y la conectividad del sistema, así como la flexibilidad de la demanda. Debido a la intermitencia en la generación de energía y al exceso de producción en momentos de baja demanda se requiere de sistemas de almacenamiento energético o sistema secundario de producción de energía (backup) generalmente de combustible fósil, para asegurar la continuidad en la distribución de energía.